Lamentablemente
suele suceder que libros que fueron escritos hace años se le presentan al
lector de hoy en día como algo difícil de atacar. Casi da nervios y uno a veces
se pregunta, ¿para qué leer a los clásicos cuando hay tantos libros buenos hoy
en día? ¿Cómo poner a competir la trilogía Milenium con Don Quijote de la
Mancha? O peor, ¿cómo poner a competir una novela colosal, de más de mil
páginas con una serie de televisión en la que mujeres esculturales y hombres
fornidos salen semidesnudos y nos hacen reír?
Una de las cosas
que nos proponemos es romper el mito de que los clásicos de la literatura son
aburridos. Uno se pone a ver, y un poema épico, cargado de batallas, de
promesas de venganza, de dioses, semidioses, traiciones, celos, y sí, aunque
usted no lo crea, sexo, puede ser muy profundo, y estar cargado de contenido
filosófico, pero eso no quiere decir que sea aburrido. Todo lo contrario. Si
algo tienen las experiencias culturales profundas es que son intensas, y más
bien a veces nos dejan agotados, con ganas de pasear un rato por lo banal, pero
lo bueno es que una vez que uno muerde la manzana de un clásico, se queda con
ganas de más. Uno descubre otros horizontes. Empieza a pensar de forma
distinta. En otras palabras, uno se educa. Uno evoluciona.
Ese es el poder
de un clásico. Por eso se llaman clásicos. No todos los libros pueden llevarnos
hasta ese punto. Lo que no quiere decir que uno libro que no nos mueve las
bases de la identidad y de nuestra filosofía de vida sea malo. En absoluto. En
la vida de un lector, también hace falta el equilibrio.
Después del Reto
La Montaña Mágica si algo nos quedó claro es que los clásicos son una parte
fundamental de la cultura. Sin ellos es imposible trascender, como lectores,
pero sobre todo como personas. También nos quedó claro que mil páginas no son
nada cuando la obra es buena, cuando el narrador es un maestro, cuando la historia
nos envuelve. Del Reto La Montaña Mágica, pasamos al Maratón de Lectura de la
Montaña Mágica, porque lo que sucede con la primera lectura es que uno siente
que leerla una vez es casi como no haberla leído.
Entonces, planificando
nuestro año de lectura pensamos que para octubre, con el arranque del año
escolar quisiéramos arranchar otro reto. Otro clásico. Vamos a hacer una lista
de posibles lecturas, y escoger entre nuestros lectores la obra a leer. ¿Te animas
a proponer algo? Aquí algunos nominados:
-
Don
Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes
-
Los
Hermanos Karamazov, de Fiodor Dostoyevski
-
La
Odisea, de Omero
-
La
Divina Comedia, de Dante
-
Robinson
Crusoe, de Daniel Defoe
-
Los Viajes
de Gulliver, de Johnattan Swift
-
La
Vida es Sueño, Calderón de la Barca
-
Fausto,
Johan Wolfgang Von Goethe
-
Frankentein,
Mary Shelly
-
Huckleberryfin,
de Mark Twain
-
El
Libro del Desasosiego, Fernando Pessoa
-
El
Retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde
-
Fortunata
y Jacinta, de Benito Pérez Galdos
-
Rayuela,
de Julio Cortázar
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡¡Cuánta razón!!
ResponderEliminarAquellos clásicos son la base estructural de las creaciones actuales y el tiempo solo reafirma su excelencia y su permanencia, porque han creado personajes universales, porque han motivado las ideas. Cuando aparece una obra nadie en su tiempo puede juzgar si se convertirá en un clásico; su continua consulta, el continuo retorno a sus letras, enseñanzas o su simple compañía van forjando una especial característica en aquellas y convierten la creación en una solida forma de pensamiento.
Grande la iniciativa y voto por "El Libro del Desasosiego" de Fernando Pessoa, el mismo que yo rescataré de la memoria y ejecutare el ejercicio de lectura.
¡¡Éxitos y saludos!!
Buenísimo. Lo tomamos en cuenta. Ya hay varios que tienen un voto. Al final del verano decidimos con qué libro nos vamos a ir! Saludos. :D
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarAlgunos ya me los he leído.
Yo propongo 'La Regenta' de Leopoldo Alas Clarín
Lo tengo en casa, pero no hay manera de empezarlo.
Saludos ;-)