jueves, 18 de abril de 2013

Breakfast at Tiffany´s



Cuando uno lee a Truman Capote uno siente que más que leyendo un texto está viviendo lo narrado. Es así de vívido.  En el caso de Breakfast at Tiffany´s es como si uno fuese un vecino del edificio en el que vive Holly Golightly, que en silencio participa y se entera de todo, se forma su opinión y toma partido.

Creo que Holly Golightly es uno de los mejores personajes que he leído. Te identificas con ella y al mismo tiempo la rechazas, porque es un juego entre la moral y sus propios principios, que te lleva a sentir que si bien por un lado hace cosas que uno considera totalmente reprobables, la respetas porque es fiel a sí misma. Es una mujer con convicción. Decidida. Que no teme, que siempre busca una salida a las adversidades sin renunciar a su alegría. Es ligera en todo sentido, como lo sugiere su apellido. Desde su peso hasta su vida sexual. Holy Golightly es una maravilla, y digo esto sin que me quede nada por dentro, me enamoré de Holy Golightly, aun siendo heterosexual, primera vez que me enamoro de una mujer en literatura. Este personaje tiene algo irresistible.

Además de los personajes, entre los que no he mencionado al narrador identificado como “Fred”, que ama a Holly, pero es gay, de modo que su amor tiene algo de esa devoción en la que no entra la atracción sexual, tal vez por eso yo siento lo mismo. Además de eso, está la historia en sí, que es maravillosa. Los giros que Capote le va a dando a la trama son sencillamente geniales. Uno se da cuenta de cómo un narrador puede mostrarnos algo extraordinario, como una historia pude parecer casi fantástica, absurda, y a la vez ser tan llana. Los personajes siempre hacen algo que uno no se espera y reaccionan de forma tal que justo cuando creías haberlos descifrado, hacen algo impresible.

Además Capote tocas temas profundos, desde el nacionalismo, hasta los devíos de un sistema legal, hasta temas de moralidad, como el matrimonio, la fidelidad, la prostitución, la relación entre criminales y su lado más humano, la forma en que Holly desarrolla una amistad con un mafioso que está preso, Sally Tomato, y que usa a Holly para enviar mensajes en código a su gente, es de esas cosas que lo dejan a uno pensando, en la ingenuidad, en la humanidad, en cómo nos comportamos como ser humano y cuáles son las consecuencias de nuestras acciones.

Y ese tema literario que tanto nos atrae y del cual parecemos no cansarnos jamás, que es el amor. El amor en sus distintas formas, pero sobre todo es la búsqueda de los personajes por el amor propio, por aceptarse a sí mismos, por logar ese “llegar a ser quienes son”, como decía Píndaro.

Disfruté muchísimos este libro, y tiene tal vez una de mis citas favoritas, esa sobre seguir siendo uno mismo, “quiero seguir siendo yo cuando me levante un día y tome el desayuno en Tiffany´s”.

Bravo Capote y donde quiera que estés gracias por habernos regalado esta maravilla. No digo más sobre la historia, porque cualquier cosa que diga la arruinará, y de verdad quiero que lean este libro. Es de esos que son para leerlos más de una vez. 

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